AVAN | 28-02-2013
Aquel 3 de marzo de 1963 era domingo. Fue el último día de su vida. Apenas puede moverse en su cama. Respira con dificultad. Está agotado. Le he llevado la comunión. Sufre mucho.
-¿Ya ofreces tus dolores Faustino?
-Sí… Padre… Por todos… Por todas las almas… Pero no puedo meditar.
-No importa. Ofrece todo al Señor… Besa tu medalla de la Virgen
La aprieta fuerte en su mano. “¡Me está ayudando más”! De pronto me pregunta si esta tarde se va a televisar el partido del Valencia. Pero, sin dejarme contestar, añade:
-¡Qué tonto soy! No voy a poder verlo.
(…)Le prometo volver por la tarde, porque tengo que darle unos encargos. Sí, encargos para el cielo. Le encuentro temblando y le pregunto si está preocupado:
-No, padre. Es el cuerpo… Llevo tanto tiempo sin poder dormir. Pero, por dentro ¡tengo una paz!
-Faustino, vas a ir pronto al cielo… Quiero darte algunos encargos para allí.
-Ya lo sé. Sí, se los haré. (—)
Nunca olvidaré su maravillosa sonrisa de despedida. ¡Una sonrisa inolvidable!.
A las 11:20 de la noche, Faustino muere en brazos de su madre. Le ha fallado el corazón. Allí me presenté inmediatamente. Cumpliendo su promesa, consoló a toda la familia. No hubo lágrimas, sino una paz misteriosa y profunda. No olvidaré nunca las palabras de su padre mientras contemplábamos a Faustino: “La gente va a pensar que estamos locos. Se nos ha muerto un hijo y no estamos tristes”. Les dolía, claro, pero quienes llegaron aquella noche no lo olvidarán: en aquel hogar había una paz inmensa y un gozo sereno. (Del libro ‘Era todo sonrisa’, del padre José María Salaverri)
Celebración del aniversario
La congregación religiosa de los marianistas conmemorará este domingo, 3 de marzo, el 50 aniversario de la muerte del joven valenciano en proceso de beatificación Faustino Pérez-Manglano, declarado venerable por el papa Benedicto XVI hace dos años.
Este domingo en la eucaristía de las 12 horas en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Valencia, del que Faustino fue alumno, se tendrá un especial recuerdo hacia él en la homilía y en las preces.
Faustino Pérez-Manglano nació el 4 de agosto de 1946 en Valencia y fue alumno del colegio Nuestra Señora del Pilar. En 1961 la enfermedad de Hodgkin “minó su salud, pero asumió su muerte con naturalidad después de dar un testimonio excepcional durante toda su vida”, recuerda José María Salaverri, director espiritual y biógrafo de Faustino, que define al joven como “un auténtico misionero”. Faustino falleció el 3 de marzo de 1963, a los 16 años de edad.