El próximo 14 de octubre, a las 20:30 horas, en la Plaza de la Virgen de Valencia, presidida por la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, se rezará el Santo Rosario que dedicará cada uno de los cinco misterios a distintos ámbitos relacionados con la defensa de la dignidad de la vida, la familia, la paz, la libertad educativa y la libertad de conciencia.
Esta oración ha sido impulsada por los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, que integra a las tres diócesis de la Comunidad Valenciana y a las tres de las Islas Baleares. En ella participarán las delegaciones de Familia y Vida, Educación y Pastoral de la Salud, así como todo aquel que se sienta interpelado en el Sí a la Vida.

MES DE OCTUBRE: MES MISIONERO, DEL SANTO ROSARIO

El mes de octubre es el mes en el que celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Santo Rosario, instituida por san Pío V, para rememorar la victoria de la batalla naval de Lepanto de tan grande significación para la Iglesia y para el mundo entero, atribuida la victoria de los cristianos al ser invocada la ayuda de la santísima Virgen María con la oración del Rosario. Es un mes muy mariano y muy misionero, el rezo del Rosario y el compromiso en favor de los cristianos, de alguna manera, lo caracterizan en la comunidad eclesial, es momento muy adecuado para volver a recomendar una vez más la oración del Santo Rosario, como hago ahora.

El Santo Rosario es una oración muy antigua en la Iglesia, desde el Medioevo, y de gran arraigo en la piedad popular, por eso invito a redescubrir la belleza y la profundidad de esta oración, tan sencilla: para rezarla en comunidad, o en familia, o personal y privadamente. En cualquier circunstancia y lugar recurrimos a María en nuestras necesidades y esperanzas, en las vicisitudes alegres y dolorosas de la vida. El rosario es una meditación de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, que estuvo asociada a los misterios de Jesucristo, su Hijo, -Anunciación, Encarnación, nacimiento, vida pública, pasión, muerte, Resurrección, envío del Espíritu Santo- de Él viene la salvación al mundo entero. La meditación de los misterios de la vida y obra de Jesucristo, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, es “síntesis de todo el Evangelio” (CEC 971). La meditación de estos misterios conduce a la contemplación, como dice el Catecismo: “Esta forma de reflexión orante es de gran valor, pero la oración cristiana debe ir más lejos: hacia el conocimiento del amor de Jesucristo, a la unión con Él” (CEC 2678, 2708.

Todos los Papas nos recomiendan esta oración del Rosario y el rezarla habitualmente será señal de vida cristiana y de renovación de esa vida cristiana. Soy testigo de ello. En una oración hondamente popular, muy asequible a todos, al alcance de todos. Eso sí, debe ser rezada sin prisas y sin mascullarla, con fe y devoción, como debe hacerse con toda oración, como “trato de amistad con Él” (Santa Teresa de Jesús). En situaciones vitales especiales, en momentos particularmente delicados esta oración brota del fondo del alma y nos conduce a la paz y reaviva el encuentro con Dios y la Virgen.
El Rosario está dividido en cuatro partes y cada una en cinco misterios. En cada misterio se recitan un Padrenuestro una decena de Avemarías y gloria. Una costumbre piadosa es rezar en familia una cuarta parte del Santo Rosario; Es decir, cinco misterios.

En circunstancias especiales, se convoca a buena parte del pueblo de Dios. Por ejemplo, el día 14 de octubre los obispos de la Provincia Eclesiástica de Valencia hemos convocado a rezar en la plaza de la Virgen de Valencia ante la imagen peregrina de Nuestra Señora de los Desamparados para pedir por el respeto de la vida humana y por el respeto de la dignidad. Será una gran manifestación de fe de la Provincia eclesiástica de Valencia, al tiempo que una reivindicación de derechos fundamentales que deben respetar las legislaciones. Os espero.

Ese encuentro de oración tendrá la intención de pedir a la Virgen por la renovación de nuestras diócesis y de avivar en ellas el sentido misionero y de impulsar vigorosamente en nuestras diócesis una nueva evangelización.

Abrirse a la nueva evangelización, impulsar la nueva evangelización pasa por centrarse en Jesucristo. Cualquier intento de evangelización tiene que tener una referencia histórica y concreta. No se trata de anunciar ninguna teoría, sino de situar ante los hombres y mujeres de nuestro tiempo el hecho central de la historia humana; mejor dicho, de hacer que cada uno se sitúe ante este hecho central del que proviene la verdad y la salvación de nuestra vida: que Dios envió su Hijo, hecho hombre y nacido de María Virgen, para que fuese el Salvador del mundo.

En Cristo Salvador nuestro, se cumplen los anhelos de todos los hombres y mujeres, de todas las generaciones y de todos los pueblos, de las más altas intuiciones y de los más nobles deseos de la humanidad. Cristo es el gran don de Dios a los hombres y la respuesta a Dios de la creación entera.

Nuestra mirada, pues, deberá fijarse en Jesucristo, que es el mismo, ayer, hoy y siempre. De este modo, será más comprensible el esfuerzo por mirar con lucidez a lo que, quizá, ha comprometido la credibilidad de la comunidad cristiana por el testimonio poco coherente de los creyentes, al mismo tiempo, sin embargo, aumentará la conciencia de saber que allí donde ha habido culpa también se deberá pedir perdón y dar testimonio de un amor más grande: el amor a Jesucristo y a su santísima Madre que reclaman nuestro amor efectivo real a nuestros hermanos, más débiles, pobres y que sufren.

José Ignacio Munilla Aguirre . Obispo de Orihuela-Alicante

La Madre de los Desamparados nos convoca a orar por la familia, la vida y la paz

Las diócesis de la provincia eclesiástica valentina hemos tomado la decisión de convocar un gesto público, en el que, en forma de oración, expresaremos nuestro desacuerdo por la deriva preocupante que nuestras autoridades han emprendido en temas estratégicos.

Nuestra Madre de los Desamparados nos convoca pues a todos a que nos unamos el 14 de octubre para orar por la familia, la vida y la paz. Rezaremos en primer lugar por el derecho a la vida de los no nacidos y reivindicaremos el derecho a la objeción de conciencia de los sanitarios. Además, en un momento en el que se está implementando la eutanasia, reconoceremos la dignidad de toda vida, también la que está en las últimas fases.

Por otro lado, queremos hacer un signo fuerte para iniciar una campaña en la que de una manera masiva solicitemos el documento de voluntades anticipadas al que tenemos derecho. Con él diremos NO a la eutanasia y SÍ a los cuidados paliativos y al acompañamiento espiritual.

En ese Rosario vamos a rezar también por el derecho de los padres a que sus hijos reciban la asignatura de Religión en condiciones dignas. Y pediremos por la paz en el mundo y la paz en Europa especialmente.
Estamos todos convocados a ir a la plaza de la Catedral de Valencia para hacer este gran gesto en torno a la Virgen de los

Desamparados el 14 de octubre, a las 20:30 h. En torno a ella rezaremos el Santo Rosario que tiene un gran poder de transformación del mundo. Alguien dijo “dame un punto de apoyo y moveré el mundo”. Pues yo os digo que ese punto de apoyo es Jesucristo y que la palanca con la que moveremos el mundo es el Santo Rosario.

Casimiro López Llorente. Obispo de Segorbe-Castellón

Por la vida y la familia

Con preocupación y dolor estamos viendo cómo se promulgan leyes que vulneran la dignidad de persona humana y su primer derecho fundamental, el derecho a la vida desde el momento mismo de su concepción hasta su muerte natural. Así ocurre en ley de eutanasia y en la nueva ley del aborto. Esta ha introducido un presunto e inexistente ‘derecho al aborto’, es decir un derecho, que subvierte el orden de valores jurídicos y morales; es la ley del más fuerte frente al más indefenso. Ambas leyes cercenan además el derecho a la objeción de conciencia de los sanitarios, que por razones profesionales y/o religiosas, se oponen a practicarlo.

La nueva ley de educación, por su parte, no garantiza el derecho fundamental y prioritario de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones religiosas, con las cortapisas a la clase de Religión y moral católica, e impone una concepción ideológica del ser humano, contraria a la doctrina cristiana. Esto último es lo que subyace a la cansina frase ‘educación en perspectiva de género’.

Los pastores y el resto de fieles de la Iglesia no podemos permanecer en silencio. Ante esta situación de especial gravedad para las personas, las familias y la sociedad, los Obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina convocamos a un Encuentro Interdiocesano de oración por la vida y la familia, a la que uniremos nuestra oración por la paz en Europa y en el mundo.

Sebastià Taltavull. Obispo de Mallorca

Oremos por el respeto y la dignidad de la vida

Jesús siempre nos dice que debemos orar con insistencia y sin desfallecer. Además, sabemos que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. Su intención, que da a conocer a lo largo del Evangelio es de respeto y defensa de la dignidad de las personas, creadas por amor y hechas a imagen y semejanza de Dios. Esta visión evangélica, de respeto y dignidad de toda persona, desde la concepción hasta la muerte natural, es objeto de proclamación cuando con voz bien alta y amplio consenso es el fundamento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Compartiendo esta convicción fundamental con tantos hombres y mujeres de buena voluntad para vivir el auténtico sentido de la vida, ahora queremos unir nuestros corazones y nuestras voces en una oración comunitaria en favor de la Vida en todas sus dimensiones.

Por eso somos convocados a rezar el Rosario por la Vida en la comunión de nuestras Iglesias. El Rosario es la plegaria de los sencillos, la plegaria de la insistencia confiada, la de los que claman desde su fe y desde la solidaridad con los que más padecen cualquier atentado contra la vida. María, la Madre de Jesús, también ruega con nosotros, aunque nos dirigimos a ella porque la aceptamos como compañera de ruta en el camino de una visitación que ha de llegar a todas las casas, comunidades, grupos, instituciones y colectivos, ella que, señalando a Jesús, nos dice: «haced todo lo que Él os diga» (Mt 2,5), haciéndonos entrar en comunión de amor con Él y con toda la humanidad.

Vicent Ribas. Obispo de Ibiza

Es hora de que aprendamos que SÍ es SÍ a la vida

Es importante empezar por entender que la defensa de la vida no es una afición, ni un «hobby», que algunas personas, más o menos desocupadas, y con la vida más o menos arreglada se han marcado como entretenimiento. Tampoco es el sometimiento a una ideología cultural, política y religiosa. La vida tiene su fuente en la vida misma: situarse ante el misterio de la vida desde la admiración y, por tanto, desde la consideración y el respeto. Vivir la vida es acoger en nosotros y en los demás una posibilidad única e irrepetible. Así pues, la vida no empieza en los actos, sino en las actitudes: es un modo de mirarse a sí mismo y a los demás, que nos lleva a descubrir que vida solo hay una y que nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de truncarla. Quien tiene una mirada admirativa hacia la vida, pronto adquiere un compromiso a favor de la vida. Ese compromiso pasa, en quien sabe del bien y vive según la bondad, por decir NO a todo lo que se oponga a la vida: el aborto, la eutanasia, la guerra, la carencia de recursos para vivir dignamente, las esclavitudes antiguas y modernas, la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, la intolerancia… El NO cristiano hacia todo aquello que conlleva el sello de la muerte, es un SÍ apasionado a la vida a la que todos, desde nuestra concepción hasta el día final no previsto de nuestra vida, tenemos derecho. De la misma manera que hemos aprendido que no es no, ya es hora de que todos aprendamos que SÍ es SÍ a la vida.