B.N. | 26-01-2018

Este domingo 28 de enero las parroquias valencianas celebran la Jornada de la Infancia Misionera, considerada por muchos como la gran fiesta de los niños ya que la colecta de este día ayuda a sostener muchos proyectos evangelizadores y asistenciales en favor de los niños de los territorios de misión.
Este año, la jornada viene marcada por su 175 aniversario puesto que en 1843 fue el obispo francés Carlos-Augusto Forbin-Janson quien se sintió movido a fundar la Obra de la Infancia Misionera, ante las impactantes noticias que enviaban los misioneros sobre la dramática situación de los niños -y en especial, de las niñas- en China.
Tras un encuentro con Paulina Jaricot, fundadora de Propagación de la Fe, Mons. For­bin-Janson (1785-1844) pu­so en marcha esta iniciativa, que el papa Pío XI asumió co­mo Obra Pontificia en 1922. Una asociación misionera, nacida con el propósito de propor­cionar asistencia espiritual y material a los niños de toda la Tie­rra.
Infancia Misionera se adelantó 80 años a la Declaración de los Derechos del Niño de Ginebra, y 100 años al nacimiento de Unicef.
Atrévete a ser misionero
‘Atrévete a ser misionero’ es el lema escogido para este año en el que se incide sobre el arriesgarse y lanzarse a la misión. “Infancia Misionera va a ayudarles a descubrir y a vivir -de una manera sencilla, pero concreta, creativa y eficaz- que ellos son auténticos protagonistas de la misión en su propio ambiente. Y ¿por qué no soñar con ser misioneros algún día, si Dios quiere?”, explican desde la propia organización de la jornada.
Se trata pues, tal y como también recuerda el papa Francisco en su mensaje, de in­vi­tar a los ni­ños a vi­vir su fe y com­par­tir­la con los de­más.
La Obra Pon­ti­fi­cia de la In­fan­cia Mi­sio­ne­ra re­ci­be so­li­ci­tu­des de ayu­da y de sub­si­dios de todo el mun­do, la ma­yo­ría de ellos para la edu­ca­ción es­co­lar. Ade­más del sec­tor edu­ca­ti­vo que es cru­cial, la Obra in­ter­vie­ne en áreas como la pro­tec­ción de la vida (cui­da­do de la sa­lud, nu­tri­ción, aco­gi­da) y la edu­ca­ción cris­tia­na para res­tau­rar la dig­ni­dad en la vida de los ni­ños.
Además, gracias a la generosidad de los niños de todo el mundo, en el pasado año 2017 se enviaron 16.941.176,76 de euros para sostener los 2.858 proyectos de ayuda a la infancia de los territorios de misión.

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