El 18 de Mayo de 1920 nació en Wadowice, pequeño pueblo situado al sur de Polonia y a cincuenta kilómetros de Cracovia, Karol Josef Wojtyla, el que habría de ser uno de los hombres más importantes del mundo y que se convertiría a través del tiempo en el Papa Juan Pablo II, el 16 de Octubre de 1978. Fue tras la muerte del Papa Juan Pablo I y creo firmemente que nuestro Karol Jósef Wojtyla quiso escoger el nombre de Juan Pablo II como continuación del corto paso por la silla de Pedro de Juan Pablo I… ya que Albino Luciani, con el nombre secular de Juan Pablo I fue el Papa, cuyo Pontificado se convirtió en uno de los más breves de la historia. Ciertamente su Papado duró treinta y tres días (la edad en la que Cristo fue crucificado.

Dando un repaso a su vida, desde su bautizo el 20 de Junio de 1920 se traslada primero  a Cracovia, donde realiza estudios de Filosofía así como de Filología Polaca en la Universidad de Jagellónica allá por 1938.

Llega la Guerra y Polonia se convierte en uno de los países más afectados por el conflicto: seis millones de polacos muertos, daños a su industria estimada en la tercera parte de su valor de la existente en 1939, su producción agrícola apenas alcanzaba el 38% de la preguerra. Nacional socialismo y comunismo fueron dos ingredientes letales para la población Polaca y en 1945 aparece por primera vez el nombre de Karol Jósef Wojtyla en los archivos de la policía secreta comunista.

Ya en octubre de 1942 ingresa en el entonces clandestino  Seminario de Cracovia, en un entorno en el que pensar y discrepar no era fácil con el régimen comunista instaurado justo después de la contienda nazi.

El 1 de noviembre de 1946 es ordenado sacerdote  y se traslada  desde Polonia a Roma para realizar estudios de posgrado, destacando en sus valoraciones teológicas y humanísticas y siendo en 1948 nombrado Arzobispo de Guiezmo y de Varsovia, así como Primado de Polonia.

17 de Marzo de 1949: El padre Karol Jósef Wojtyla comienza una intensa capellanía académica en la Iglesia de San Florian de Cracovia.

Años más tarde se incorpora como profesor en la Universidad Católica de Lublin, para enseñar Filosofía.

Y de aquí y a través de sus muchos aportes filosóficos y teológicos es nombrado en 1958 Obispo auxiliar de Cracovia, en 1963 Arzobispo de la Ciudad, nombrado por el Papa Pablo VI. Sus reconocimientos llegan a la cima cuando siendo Cardenal desde 1967, es elegido un año después Papa Juan Pablo II.

El día 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II  fue proclamado venerable  por su sucesor el Papa Benedicto XVI, quien posteriormente presidió la Ceremonia de su Beatificación, el 1 de mayo del 2011, ante una abarrotada Plaza de San Pedro.

El 27 de abril de 2014 el actual Papa Francisco canonizó como Santo al Beato Juan Pablo II.

Juan Pablo II y Valencia

Es más que evidente que Valencia siempre tuvo gran Fe por San Juan Pablo II, desde la visita que nos regaló en 1982; visita que tomó más relevancia si cabe, puesto que era la primera vez que un Papa Católico visitó oficialmente Valencia.

Inolvidable fue ese 8 de noviembre en el que poco antes de las nueve de la mañana tomara tierra en el aeropuerto de Manises el avión de las Fuerzas Armadas Españolas, que traían en este histórico viaje a Juan Pablo II a las tierras de nuestra Región Valenciana. Hoy, un Siglo después de su nacimiento, los escritos de nuestro Cardenal Arzobispo Antonio Cañizares, rememora y su estancia entre nosotros.

El que les suscribe fue, es y será un fiel admirador de San Juan Pablo II, el cual en su faceta intelecto espiritual, nos legó más de cincuenta libros; sus reveladoras Encíclicas y su inmensa actividad, que esparció con sabiduría, sapiencia y verdad a lo largo y ancho del mundo. No olvidemos que fue aclamado por ser uno de los líderes  más influyentes del Siglo XX, quien junto a su sucesor y mano derecha, Joseph Ratzinguer (Benedicto XVI), trató de paliar el sufrimiento, visitando más de 130 países a lo largo de su Pontificado, con un vasto conocimiento de trece idiomas; Italiano, Francés, Alemán, Español, Inglés, Portugués, Griego, Ucraniano, Ruso, Croata, Esperanto, Latín y como no, su lengua materna, Polaco.

Estreno de ‘Al Beato Juan Pablo II’ (para trompeta y orquesta de cuerdas)

El que suscribe y con la firme devoción que corresponde, desde la faceta de compositor, estrenó el día 20 de octubre de 2011  la composición dedicada ‘Al Beato Juan Pablo II’ en la Iglesia de Santa Catalina.

*Se trata de un Tríptico que pretende evocar con sonidos algunos episodios de su vida, compuesta en tres movimientos

El primero: ‘Amanecer en Cracovia’ evoca, a través de la música, la placidez del amanecer en Wadowice. Los giros y armonías de la cuerda, contrastan con las llamadas del instrumento solista (la trompeta). Tras unas modulaciones imitativas aparece el Tema A, expuesto por la trompeta, que permuta con la cuerda el tema principal.; un puente orquestal nos transporta al tema B, el cual concluye con una mezcla entre los dos temas.

El Segundo movimiento: ‘San Juan de la Cruz’, evidencia que Juan Pablo II era un fiel lector (también el que suscribe) del Santo de Fontiveros (Ávila). Este movimiento quiere rememorar el dolor del Beato tras la muerte de su padre y el bien que le causó la lectura de los Poemas y escritos del Santo Español.

El siguiente movimiento ‘Redentoris Custos’, tiene un doble significado para mi, ya que la citada carta o exhortación ‘El custodio del redentor’ (1989), coincidió con la trágica muerte de mi querido hijo Salvador.

En el mentado tiempo, la música intenta describir (a través de giros estridentes) el grave atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro (1981), así como otro intento de atentado en el Santuario de Fátima…pero  en los creyentes siempre se impone el perdón y Juan Pablo II estaba llamado a la Santidad. Los temas lentos de reflexión entrelazados con ideas libres en el Allegro describen el firme caminar a través de estos episodios del Beato Juan Pablo II, en el que siempre se impuso el arte de la Fe, la Esperanza…y el amor.

*Sinopsis extraída del programa del estreno de la obra ‘Al Beato Juan Pablo II’)

Sea pues este escrito un homenaje en el 100 Aniversario de su nacimiento, el cual me complace en terminar con esta breve alegoría:

 ¡Hombre de Dios, Palabra de Fuego…Salva a tu pueblo!