El Papa y la multitud el pasado domingo, durante la bendición ‘Urbi et orbi’.

El papa Benedicto XVI centró sus palabras conclusivas al final del vía crucis celebrado en el Coliseo romano con ocasión del Viernes Santo, en la importancia de la familia y la esperanza que la pasión de Cristo trae para ellas.
Para esta Semana Santa 2012, el Santo Padre solicitó la elaboración de las meditaciones para las catorce estaciones del vía crucis a una pareja de esposos, Danilo y Anna Maria Zanzucchi, miembros del movimiento de los Focolares y fundadores del movimiento Familias Nuevas.
“En nuestro tiempo -dijo el Papa- la situación de muchas familias se ve agravada por la precariedad del trabajo y por otros efectos negativos de la crisis económica. El camino del vía crucis, que hemos recorrido esta noche espiritualmente, es una invitación para todos nosotros, y especialmente para las familias, a contemplar a Cristo crucificado para tener la fuerza de ir más allá de las dificultades”.
Más adelante, el Pontífice indicó que “el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo alienta a seguir adelante con esperanza: la estación del dolor y de la prueba, si la vivimos con Cristo, con fe en él, encierra ya la luz de la resurrección, la vida nueva del mundo resucitado, la pascua de cada hombre que cree en su Palabra”.
Asimismo, durante la vigilia pascual en la Basílica de San Pedro, el Papa señaló que la fe es el verdadero iluminismo porque a diferencia del iluminismo de la Ilustración racionalista, ella es “una irrupción de la luz de Dios en nuestro mundo, una apertura de nuestros ojos a la verdadera luz”.
Igualmente, en el saludo de Pascua ‘Urbi et orbi’ (‘a la ciudad y al mundo’) lanzado desde la Logia de San Pedro, Benedicto XVI reiteró que el Señor victorioso y resucitado anima en medio de las dificultades y persecuciones; y además está presente como fuerza de esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada situación humana de sufrimiento e injusticia.
Además, este miércoles el Santo Padre aseguró, durante la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro ante miles de fieles, que la fe en Cristo Resucitado transforma la vida, libera del miedo y da firme esperanza. “La experiencia de los discípulos nos invita a reflexionar sobre el sentido de la Pascua para nosotros. ¡Dejémonos encontrar por Jesús Resucitado!», exclamó.