El próximo 21 de octubre se cumplen 40 años de la muerte de monseñor Marcelino Olaechea y Loizaga, que fue arzobispo de Valencia de 1946 a 1966.
Con motivo de esta señalada efemérides, PARAULA publicará en las próximas semanas varios artículos y semblanzas de don Marcelino para acercar a los lectores su figura y destacada labor en nuestra diócesis.
Marcelino Olaechea nació en Baracaldo (Vizcaya) el 9 de enero de 1889. A los 16 años ingresó en la Congregación Salesiana de San Juan Bosco. Cursó los estudios de Teología en el estudiantado internacional de Turín (Italia).
Ordenado sacerdote en 1912, los superiores le confiaron la dirección de importantes colegios. Después amplió estudios de Sociología en Lieja (Bélgica) y más tarde fue elegido inspector provincial.
En 1934 fue nombrado visitador apostólico de los seminarios de las provincias eclesiásticas de Valencia, Granada y Sevilla. Y un año después, el 23 de agosto de 1935, preconizado obispo de Pamplona. Recibió la consagración episcopal el 27 de octubre de dicho año en la catedral de Madrid.
Conciliador tras la guerra
El clima de reconciliación que supo inculcar en el pueblo navarro, dividido por la contienda civil de 1936, hizo que el papa Pío XII lo nombrase arzobispo de Valencia el 17 de febrero de 1946. Hizo su entrada solemne en la ciudad de Valencia el 16 de junio de 1946.
El arzobispo Olaechea se propuso la renovación espiritual y material de la diócesis, la cual estuvo caracterizada por grandes manifestaciones populares y por otras iniciativas pastorales de carácter benéfico y asistencial.
Al cumplir los 75 años de edad, según las normas del Concilio Vaticano II, presentó la renuncia como arzobispo de Valencia; el papa Pablo VI se la aceptó el 19 de noviembre de 1966. Don Marcelino Olaechea se retiraba después de veinte años de trabajos e ilusiones, de iniciativas y realizaciones en favor de Valencia, con una intensidad sin precedentes. Falleció en Valencia el 21 de octubre de 1972.
Sus restos mortales descansan en la capilla de Santo Tomás de Villanueva de la catedral.