L.A. | 29.04.2021
El 4 de diciembre de 1620 un pastor aragonés que apacentaba a sus ovejas en el montículo de Montil -antiguo nombre de Montiel- en Benaguacil, observó un resplandor que salía de una pequeña cueva. Alarmado, entró ahí y encontró una imagen de la Virgen de mármol alabastrino de trece centímetros. 400 años después los vecinos de este municipio del Camp del Túria mantienen viva esta devoción y este año conmemoran con diferentes actos los 400 años del hallazgo de la imagen.
Fue ese 4 de diciembre cuando arrancó la devoción a la Virgen de Montiel en Benaguacil. Así lo explica Miguel Ramón Bondía Gómez, que acaba de publicar el libro sobre la Virgen de Montiel a raíz de esta efemérides.

Para custodiar la imagen y también ese afecto a la patrona se levantó una ermita, donde se conserva el hueco donde fue encontrada la Virgen. La ermita que se ve a lo alto de la montaña desde cualquier punto de la localidad tiene junto a ella una casa de espiritualidad regida por las terciarias capuchinas.

Un capítulo importante de la historia de la imagen de la Virgen fue que en la Guerra Civil fue escondida por dos sacerdotes que finalmente fueron asesinados en la persecución religiosa y la imagen no puso encontrar. Tras la contienda, explica Bondía, “el pueblo de Benaguacil buscó en diversas ocasiones la imagen pero no se ha encontrado”. “Sabemos que la imagen de la Virgen está presente porque, como decimos los habitantes de Benaguacil, la Mare de Déu de Montiel está en nuestros corazones”, añade. Debido a esto se rehizo la imagen siendo fieles a la original. También, añade, “en su tiempo las desavenencias entre cristianos y moriscos animaron a un fiel a esconder la imagen para evitar que fuera profanada”.

Como señala Bondía “la devoción a la Virgen en Benaguacil es indescriptible”. En cada casa hay una imagen de ella, a ella acuden a pedir su intercesión frecuentemente y todos los meses de septiembre la honran con un gran fiesta. “Esta devoción tiene una repercusión emotiva, devocional, popular… que los mismos que vienen dicen: “¿Cómo una imagen tan pequeñita tiene detrás de sí a tantísima gente?”, añade.

En estos 400 años, desde 1620, los vecinos de Benaguacil han demostrado su devoción múltiples ocasiones. De hecho, destaca Bondía, “cualquier ayuda que se pida a la Virgen de Montiel, Ella ha respondido, derrochando a manos llenas su amor a los hijos de Benaguacil”. En este sentido, hay anécdotas de peticiones de lluvias, de petición de extinción de pandemias… En este sentido, el padre Ambrosio María de Benaguacil recoge en su libro sobre la Virgen de Montiel favores de la Virgen de Montiel a sus hijos, los hijos de Benaguacil, de la comarca y de cualquier persona que haya subido aquí al santuario.

El libro de Miguel Ramón Bondia ‘Nuestra Señora de Montiel de Benaguasil (1620-2020). Cuarto centenario del hallazgo. Crestomatía Montielina’ ha sido prologado por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, y presentado recientemente en la conmemoración del hallazgo.