Don Antonio en su encuentro con los jóvenes en la parroquia San Nicolás.

❐ C.A. | 24.11.2022
El cardenal Antonio Cañizares, administrador apostólico de la archidiócesis de Valencia, visitó la semana pasada la ciudad de Requena y algunas de sus aldeas, dentro de la visita pastoral al arciprestazgo ‘Beato Francisco Gálvez’, que inició en octubre y que finalizará el 4 de diciembre en Utiel.

En la segunda jornada de la visita, el miércoles 16, don Antonio visitó San Antonio de Requena. Tras una oración en el templo parroquial con los fieles se dirigió a saludar a don Juan Monteagudo Fuentes, sacerdote adscrito jubilado que durante más de 60 años ha atendido las aldeas de la zona, con el que tuvo una conversación fretaerna. También visitó a una enferma, Ascensión, la voluntaria de Cáritas de la vicaría V más longeva con sus 90 años. Tras esta visita el Cardenal destacó que acababa de estar “con una santa”. En su conversación se centraron en que uno es feliz si lo pone todo en las manos de Dios y cumple su voluntad.

El mismo día el cardenal Cañizares visitó la bodega de Dominio de la Vega, donde manifestó su gran cariño a la cultura del vino y tuvo la oportunidad de firmar en uno de los toneles de la bodega.

Por la tarde, tras la comida don Antonio se dirigió a las aldeas de San Juan y de Roma donde además de una oración animó a los fieles a seguir adelante y a confiar siempre en Dios. Aunque Roma no estaba previsto en el itinerario, don Antonio pidió ir ya que es la aldea de donde desciende el padre de Mons. Javier Salinas, obispo auxiliar. También visitó a las voluntarias de Cáritas, a las que agradeció su trabajo, y tras bendecir a unos niños de la catequesis presidió la eucaristía.

De nuevo el viernes 18 de noviembre el cardenal Cañizares volvió a la zona. La jornada comenzó con una oración en el cementerio, donde pidió “ser agradecidos por nuestros familiares y conocidos que nos han transmitido la fe”. Asimismo, resaltó que los cementerios “son lugares de tristeza pero los cristianos estamos llamados a hacerlos lugares de esperanza”.

En su visita al Museo Municipal de Requena, don Antonio estuvo recordando todos los espacios que como estudiante utilizaba -el instituto empezó en lo que actualmente es el museo-: salón de actos, secretaría, gimnasio… Fue un momento emotivo para él que no ha olvidado a sus profesores, como ya manifestó en la visita al Ayuntamiento.

Después tuvo un encuentro en el hospital de Requena, “lugar con mucho sufrimiento pero donde se hace presente el centro del Evangelio: la caridad”, tal y como destacó. También manifestó que el personal del hospital y los que forman parte de la Pastoral de la Salud “ponen rostro a la misericordia de Dios para todos los enfermos. Son buenos samaritanos cumpliendo con sus funciones”.

La visita también le llevó a la aldea de Campo Arcís, donde tuvo un encuentro con los fieles y autoridades que pudieron acudir de las otras aldeas de Requena. Allí les animó a “mantener viva la fe, a no fijarse en los números, pues Dios no mira eso” y les agradeció su testimonio y pidió que comunicasen su mensaje a todos los fieles de las aldeas de Requena. Tras el encuentro los fieles obsequiaron a los presentes con cava de la zona y dulces.

Por la tarde, se reunió con los jóvenes en la parroquia de San Nicolás, donde, formando un círculo con ellos, estuvo compartiendo sus experiencias y escuchando las inquietudes de los más jóvenes de la comunidad cristiana (Confirmación, Juniors y cofradía del Santo Cáliz). Les animó a perseverar en la fe, aunque, como le dijo un joven, “es difícil en los tiempos que corren”.

Antes de celebrar la eucaristía de despedida, tuvo unas palabras para toda la comunidad y les animó “a salir de la comodidad y abrirse a los demás porque es una auténtica maravilla seguir a Jesucristo”. En este sentido, hizo una invitación a la misión, puesto que “es necesario llamar a la conversión porque las personas necesitan de Dios y hemos de llevarlas al conocimiento de Jesucristo”. También hizo una llamada a la unidad, a la comunión, a ser una comunidad.