La misa en la Colegiata de Gandía fue presidida por el arzobispo de Valencia. A.SÁIZ

❐ C.A. | 06.10.2022
EL 3 de octubre se celebró la fiesta de san Francisco de Borja y este año se cerraba todo un año dedicado al santo jesuita por el 350 aniversario de su canonización y el 450 aniversario de su muerte. En el epicentro de las celebraciones del Año Santo, Gandía, se celebraron los actos tradicionales del patrón de esta localidad, entre los que se encontraba la misa solemne presidida por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, en la Colegiata.

El broche de oro a todo este Año Santo fue la bendición que el papa Francisco hizo llegar al arzobispo de Valencia. En sus palabras, Francisco animó a todos a que “como este santo, dediquen su vida a Jesucristo, Rey del Universo, dando testimonio de la fraternidad y de la alegría del Evangelio en cada uno de sus ambientes. “San Francisco de Borja también nos invita a ser profetas de esperanza en un mundo herido con una mirada de especial ternura y compasión por los que más sufren”, añadió.

En la celebración, el abad de la Colegiata, Ángel Saneugenio, recordó la importancia del santo patrón, “que siendo rico se hizo pobre” y que nos invita a todos a ser “apóstoles del siglo XXI y a no tener miedo”. También agradeció la presencia del alcalde de la localidad, José Manuel Prieto, y que el consistorio haya obsequiado a la Colegiata con una copia del libro del papa Borja Alejandro VI que se encuentra en Roma.

La misa fue concelebrada por los párrocos de Gandía, presbíteros hijos de Gandía y otros vinculados a la ciudad, así como los padres jesuitas que atiende la iglesia del Palau Ducal.

Durante este tiempo, han sido templos jubilares la Colegiata de Gandía, las iglesias que pertenecen o han pertenecido a la Compañía de Jesús en Valencia, la parroquia de Santa Cruz de Llombai, la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Turís y las parroquias de la Archidiócesis de Valencia que tienen al santo como titular.

La diócesis ha conmemorado a lo largo del año la figura de san Francisco de Borja, fundamentalmente en aquellas parroquias y lugares dedicados y vinculados al santo, con misas, conferencias, exposiciones, conciertos, procesiones y peregrinaciones.