C.A. | 10-03-2017
El paso del Santo Cáliz de la Cena de Alboraya, que celebra su décimo aniversario este año, abrió la procesión. M.GUALLART
Aunque faltan seis semanas para que llegue la Semana Santa, la localidad de Alboraya vivió el sábado pasado por la tarde un anticipo de la Semana Santa con la celebración de la procesión diocesana. Cerca de cinco mil participantes, entre cofrades y músicos, desfilaron desde primera hora de la tarde hasta bien entrada la noche por las calles del municipio.
A lo largo de toda la tarde las grandes protagonistas fueron las imágenes, pasos, estandartes y vestas de las hermandades y cofradías provenientes de 37 localidades y pertenecientes a la Junta de Hermandades de Semana Santa. Todas ellas acompañadas de las notas típicas de la música que ofrecían las distintas bandas. Las cofrades, ataviados con sus trajes y vestimentas, fueron desfilando por el centro de Alboraya ante la mirada de cientos de vecinos y personas que acudían especialmente para esta ocasión, entre ellos, y sentado en una tribuna, el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros.
La procesión que se celebra desde hace 31 años “es el acto central del encuentro de hermandades de la diócesis que acoge Alboraya, tal y como indica Vicente Monrós, comisario de la Junta Diocesana en Alboraya y presidente de honor de la Junta Local de Hermandades y Corporaciones de Semana Santa de Alboraya.

Medina del Campo

Entre las imágenes que participaron una de las más admiradas fue la de ‘Cristo en brazos de la muerte’, del escultor Ricardo Flecha y perteneciente a una hermandad de Medina del Campo invitada especialmente a esta ocasión por estar hermandada con la del Cristo de la Providencia de Alboraya. A la imagen le acompañaron 50 miembros de la hermandad vallisoletana.
También, como destaca Monrós, se encontraba el Cristo del Carmen de Xàtiva, que era la primera vez que salía de la localidad. Asimismo, era la primera vez que en esta localidad procesionaban en sus calles costaleros, puesto que participó la Hermandad de la Crucifixión del Señor de la Semana Santa Marinera.
Como no podía ser de otra manera en la procesión también participaron dos tronos-andas de Alboraya, propiedad de la Junta Local, que son el paso del Santo Cáliz de la Cena, que abrió la procesión y que precisamente este año celebra que hace diez años empezó a procesionar. El Cristo-Resucitado fue el que cerró el recorrido, que tuvo como punto final la parroquia Asunción de Nuestra Señora.
Exposición Diocesana
El punto de partida de la procesión fue el local habilitado desde el 26 de febrero para la XXXVI exposición diocesana, donde se mostraron durante varios días las imágenes, estandartes y vestas que participaron en la procesión. Esta exposición fue inaugurada y bendecida por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Javier Salinas tras la celebración de una eucaristía.
La muestra, que se realiza desde hace 36 años y que la localidad ya acogió en 1990 ha sido visitada por diferentes grupos y colegios. Asimismo, la localidad acogió un certamen de bandas de cornetas y tambores, en el que participaron bandas de Valencia, Quart de Poblet y Torrent.
Alboraya, como sede de la Junta Diocesana en 2017, acoge varios eventos, como el Encuentro de Confraternidad celebrado el pasado mes de enero; la exposición y la procesión; y las asambleas generales, que se celebrarán en octubre y noviembre; además de diversos actos culturales.