La exposición ‘Salve, Reina del Cel i la Terra’ nos descubre bellas piezas de orfebrería pertenecientes a la Mare de Déu, como la aureola que ofrecieron las parroquias del centro histórico de Valencia confeccionada en plata dorada en 1940 por Rafael Torres. Una oportunidad única para admirar cada uno de sus detalles puesto que nunca han podido ser observadas tan de cerca.

La aureola se puede contemplar en la exposición ‘Salve, Reina del Cel i la Terra’ de la Fundación Bancaja hasta el 26 de febrero. FOTO: A.SAIZ

❐ BELÉN NAVA | 02.02.2023
La Aureola de las Parroquias. De esta manera conocemos una de las piezas de orfebrería que más vinculación tiene con la imagen de Ntra. Sra. de los Desamparados. Se trata de una magnífica obra de orfebrería que lució la imagen original de la Mare de Déu como resplandor durante 20 años.

De todos es ya sabido que, en 1923, y con motivo de coronación Coronación Pontificia de la Virgen de los Desamparados, el joyero Sugrañes le realizó una corona a la Virgen sufragada por los valencianos. Fueron tantas las donaciones que se pensó en realizar también un nimbo o resplandor en oro y piedras preciosas que sirviera de complemento a la corona.

En esta ocasión, el trabajo fue encargado a Manuel Orrico, artesano especializado en orfebrería religiosa. El resultado fue una aureola de oro de 900 quilates y cuatro quilos de peso. Sin embargo, en el año 1936 durante la contienda española, estas piezas desaparecen, obligando a realizar otras nuevas que han llegado hasta nuestros días.

El nuevo resplandor fue obra de Rafael Torres, cuya denominación, la Aureola de las Parroquias, viene dada por ser una ofrenda de las parroquias originales de Valencia a la Virgen de los Desamparados.

Esta aureola la portó la imagen original de la Patrona de forma ininterrumpida hasta mayo de 1960, el Año Santo Mariano, momento en el que fue sustituida por la magnífica copia del resplandor de 1923 que en la actualidad lleva la imagen original.

De esta importante obra de orfebrería cabe destacar su original diseño en plata dorada que presenta en su parte central, repujado el nombre de María, y a sus lados, las imágenes de san Vicente Ferrer y san Vicente Mártir como patronos, así como, un escudo de España sostenido por dos ángeles.

En el reverso aparece un gran escudo de Valencia. Pero quizás los elementos que la denomina y le dan su carácter es el conjunto de casilicios, “un total de dieciséis, entre las estrellas, donde aparecen otras tantas imágenes cinceladas de los santos titulares de las entonces quince parroquias de la ciudad, más san Rafael, en atención al nombre del orfebre”, explica MªÁngeles Gil, responsable del Museo Mariano (MuMa).

Desde la izquierda de la aureola se pueden ver por orden a san Pedro, san Bartolomé, santa Mónica, san Esteban, san Juan Bautista (por san Juan y san Vicente), santa Cruz (con la Virgen del Carmen), san Martín, san Agustín, san Valero, san Andrés, el Pilar, san Juan Evangelista (por santos Juanes), san Sebastián, san Nicolás, santo Tomás y san Rafael cuya parroquia está en los Poblados Marítimos. Las parroquias presentes en el resplandor aportan el simbolismo que más tarde se materializaría en la estrecha relación que mantendrían con la Virgen de los Desamparados.

Así, en el año 1948, las parroquias valencianas le brindaron un especial homenaje a la Patrona cuando realizó su histórica visita a cada una de ellas, o cuando en el Año Santo Universal de 1951, la Real Basílica fue templo jubilar y recibió el peregrinaje de todas ellas. En la actualidad se puede admirar en la exposición ‘Salve, Reina del Cel i la Terra’ en la Fundación Bancaja.

Es una pieza que ha formado parte de otras exposiciones y que se puede ver también en el cartel conmemorativo del XXV aniversario de la coronación pontificia de la Virgen.