El padre Claret fue una de las figuras históricas más destacadas de nuestro país. Predicador en la Cataluña rural, obispo en la Cuba esclavista de 1850 y luego confesor de la Reina Isabel II, ahora podemos conocer su figura a través del filme que lleva su nombre y que se estrena este viernes en las salas del ABC Park.

Pablo Moreno (izqda.) y Antonio Reyes (drcha.) durante el rodaje de la película.

❐ L.A./B.N. | 23.09.2021
Nunca antes la figura del padre Antonio María Claret había sido llevada al cine. Hubo algunos intentos a mediados del S. XX que no fructificaron. Con motivo del 150 aniversario de la muerte del fundador de los Misioneros Claretianos, el director Pablo Moreno se ha atrevido a trasladar a la gran pantalla a una de las figuras históricas más destacadas de nuestro país que, aún sin quererlo, se convirtió en una de las personas más influyentes en tiempos convulsos de guerras buscando la libertad y concordia más allá de cualquier ideología.

‘Claret’ aporta una visión inédita del que fuera predicador en la Cataluña rural; obispo en la Cuba esclavista de 1850 y luego confesor de la Reina Isabel II. Nada que ver con la biografía apócrifa, falsa, que alguien escribió enseguida tras su muerte.
Y nadie mejor para llevar a cabo esta misión que Pablo Moreno quien atesora ya una dilatada carrera en lo que a cine espiritual y con valores se refiere. Casi podríamos decir que se ha especializado en realizar ‘biopics’ de la figura de santos del siglo XIX y XX como san Pedro Poveda, santa Soledad Torres Acosta, la madre Helena Studler o los mártires claretianos de Barbastro.

La película, basada en hechos reales, cuenta cómo en 1930 el escritor e intelectual Azorín descubrió un engaño que se había propagado a lo largo de casi 60 años: la vida y las obras del arzobispo español Antonio María Claret, habían sido adulteradas. Esto hace que se descubra quién fue el verdadero Antonio María Claret. Un hombre que deseó por encima de todo la salvación de todas las gentes, que dedicó su vida a que Dios fuese conocido, amado y servido por todos, porque él “era un trabajador incansable. Era un tipo con mucho interés por la maquinaria y así se demuestra en su experiencia en la industria textil. Él hacía ingeniería inversa: recibía telas de otros lugares del mundo, las descomponía, las examinaba para desentrañar cómo replicarla en su taller y así mejorarla”, explica a PARAULA el director de la cinta. “Esa visión -prosigue- la aplicaba también a la vida. Comprendía la maquinaria social, la descomponía y de alguna manera quería hacer del mundo un lugar mejor rearmando esas piezas”.

A lo largo del filme vemos cómo se convirtió en un personaje que incomodaba a ciertos estamentos de la sociedad del siglo XIX por su manera de pensar y actuar. “También quiso reformar la Iglesia, formando al clero: sabía que la cultura es necesaria. A mí eso me recuerda a san Vicente de Paúl. Pero además luchó por la dignidad humana y por hacer llegar el Evangelio a todas los rincones del mundo porque el Evangelio es luz”.

Rodada en Madrid, Burgos, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Segovia y Santander entre otras localidades de la geografía española, la parte más compleja de la película ha sido su proceso de producción dado el bajo presupuesto con el que han tenido que trabajar. “Hemos rodado en muchos sitios y esto hace que ofrezcamos al espectador una inmensa riqueza. Por ejemplo, hemos convertido Salamanca en la Cuba de mediados de 1800”.

Experiencia enriquecedora
Para el actor Antonio Reyes interpretar al Padre Claret ha sido “complejo a la par que interesante puesto que me ha permitido sumergirme en un contexto histórico muy potente de este país”. Aunque antes de comenzar la película apenas conocía su figura, ahora, tras el rodaje, Antonio reconoce que ha sido “un regalo”.

“Además de por sus valores, el Padre Claret me sorprendió por su constancia. A él le pusieron muchas piedras en el camino pero, pese a todo y a todos, él seguía adelante hasta el final”. Interpretar a un personaje histórico “ha sido una aventura y una experiencia enriquecedora. Represento a un Claret desde los 30 hasta los 60 años que atraviesa situaciones muy variadas y difíciles por lo que he tenido que documentarme para tratar de mostrar a la persona tal y como era”.

Con el Papa
El pasado mes de junio, Pablo Moreno entregó una copia de la película al papa Francisco durante la audiencia general. El director le pidió la bendición y le comentó al Papa los futuros proyectos que ya tienen entre manos como el dedicado a la figura de la beata Petra de San José, fundadora de las ‘Madres de los Desamparados, San José de la Montaña”; y el otro de la santa Vicenta María López Vicuña, promotora de las religiosas de María Inmaculada.