¿Pueden los objetos históricos, incluso reliquias como el Santo Cáliz que se venera en la Catedral de Valencia, contemplarse con ojos actuales y pintarse de forma moderna y colorista, sin perder un ápice de su sentido y significado? La respuesta es sí. Lo ha hecho la artista María Gómez y el resultado podemos contemplarlo en una exposición en el Palacio de Colomina de Valencia hasta el próximo día 10 de febrero.

La artista María Gómez, ante una muestra de su colección.

❐ E.A. | 05.01.2022
El Santo Cáliz de la Cena que se venera en la Catedral de Valencia ha sido representado en numerosas obras pictóricas a lo largo de la historia, lo que ha contribuido a la extensión de su devoción entre los fieles valencianos.

Primero lo hizo Vicente Maçip, en 1525, con su Salvador Eucarístico para la puerta del Sagrario de la Catedral. Después fue su hijo, Juan Maçip, conocido como Juan de Juanes, con su fantástico cuadro de la “Última Cena”, que aunque procede del retablo mayor de la parroquia de San Esteban, actualmente podemos contemplarlo en el Museo del Prado. Más tarde su nieto Vicente Juanes y un numeroso grupo de discípulos. Después vinieron otros grandes artistas como los Ribalta, Vicente López, Segrelles o Vergara.

Todos ellos ofrecieron una versión clásica del Santo Cáliz. Y ahora la artista María Gómez Rodrigo, doctora en Bellas Artes y profesora titular del departamento de Historia del Arte de la Universitat de València, se ha atrevido a plasmar la reliquia con ojos contemporáneos.

Nunca antes habíamos visto representaciones así del Santo Cáliz de la Cena que se venera en la Catedral de Valencia. La exposición “Santo Cáliz contemporáneo”, que puede visitarse hasta el 10 de febrero en el Palacio de Colomina CEU de Valencia, es original, moderna y muy inspiradora.

Protagonista: el Santo Cáliz
El Santo Cáliz es el único protagonista de esta exposición. La reliquia está representado con un concepto pictórico muy actual. La podemos contemplar pintada en diversos estilos, formas y colores, “mutando hasta donde la imaginación alcanza, pero sin perder su esencia fundamental”, apunta la profesora Gómez Rodrigo, que está vinculada a la Seo valentina ya que su tesis doctoral se centra en la restauración de pinturas quemadas de la Catedral de Valencia.

Según Alicia Palazón, comisaria de la exposición, las pinturas expuestas reflejan “el profundo conocimiento de la reliquia por parte de María Gómez”, cuya visión evidencia que “no sólo estamos ante una pieza artística sino frente a la certeza de lo sagrado y la conexión con la divinidad”.

Además de las pinturas, la muestra cuenta también con esculturas de seres humanos “despojados de todo lo externo, y aunque su piel es de yeso, están repletos de pensamientos que salen de sus rostros transmitiendo sensaciones en las que creemos adivinar hasta lo que piensan y que invitan a reflexionar hacia dónde va la humanidad”, explica María Gómez.

Sobre las esculturas, el también comisario e historiador del arte Néstor Olucha explica que son obras que “manifiestan la condición humana desde el interior de cada individuo y sirven de nexo al espectador para observar esa concepción diferente del Santo Cáliz, un objeto fundamental para Valencia”.

La exposición puede visitarse, hasta el 10 de febrero, en el Palacio de Colomina CEU, ubicado en la calle Almudín, 1, de Valencia, de lunes a viernes, en horario de 9 a 20 horas.