La Virgen de los Desamparados cumple ahora 60 años como ‘Celestial Patrona principal ante Dios de toda la Región Valenciana’, como la proclamó el papa san Juan XXIII el 10 de marzo de 1961. Así fue aquel acontecimiento.

En la capilla de la Virgen, de la iglesia de San Juan de la Cruz, de Valencia, se encuentra este sencillo cuadro ‘Proclamación del patronazgo regional de la Santísima Virgen’, (1962) de M. Gómez Vila. Recoge el momento de la proclamación papal en Valencia por el cardenal Cicognani y, detrás, monseñor Olaechea, bendecidos por Juan XXIII.

L.A. | 11.03.2021
El título de patrona regional se lo otorgó el papa san Juan XXIII a la Mare de Deu dels Desamparats a petición de los obispos de Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón, de los alcaldes y presidentes de las Diputaciones Provinciales, que se hacían eco así del clamor de nuestros pueblos y ciudades.

Mediante un breve pontificio en pergamino y escrito en latín, cuyo artístico original se exhibe hoy en el Museo Mariano (MUMA), y titulado ‘Para perpetua memoria’, el Pontífice declaraba “a la bienaventurada Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de los Desamparados, Celestial Patrona Principal ante Dios de toda la Región Valenciana”.

Desde el siglo XV
La petición de las autoridades civiles y eclesiásticas valencianas, promovida por la Cofradía de la Virgen, le había sido enviada al Papa tres meses antes, en diciembre de 1960, por el entonces arzobispo de Valencia, monseñor Marcelino Olaechea, en un libro primorosamente encuadernado en piel encarnada con planchas de oro en el que destacaban los tres escudos de las tres provincias valencianas, como indica la directora del MUMA, María Ángeles Gil.

En su interior, se incluían documentos escritos sobre pergaminos, junto a una selección de fotografías de imágenes, impresos, estampas, altares y actos que corroboraban las afirmaciones de los solicitantes sobre la historia de la Virgen de los Desamparados, desde su origen a comienzos del siglo XV, y su creciente y arraigada devoción continuamente manifestada en la región valenciana. Una realidad que ya había llevado en 1885 al papa Leon XIII a ratificarla como patrona de la ciudad de Valencia.

El libro sobre la Virgen llegó a Juan XXIII a través del cardenal Gaetano Cicognani, prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, ex nuncio apostólico en España y que sería más tarde nombrado hijo adoptivo de Valencia. Rozaba ya los 80 años y contó después que el ‘Papa bueno’, al ver tanta devoción recogida en el libro, se entusiasmó y “quiso extender por sí mismo, superando toda costumbre, las letras apostólicas por las que se declarase el suspirado patronazgo”.

Y el objetivo del Papa quedaba patente en el mismo breve pontificio: “Para que la devoción del pueblo valenciano a su clementísima Madre crezca de día en día, llegue a la más alta cumbre de su esplendor y se traduzca en permanentes obras de vida cristiana y caridad fraterna para todos aquellos hijos suyos que sufren desamparo”.

Tras la firma papal del breve pontificio, la Santa Sede envió la comunicación oficial a los obispos solicitantes y el sábado 26 de abril de 1961, la prensa regional, que aguardaba expectante como toda Valencia la noticia del Vaticano, publicaba el siguiente mensaje conjunto de los tres obispos: “Su Santidad, Juan XXIII, felizmente reinante, acaba de proclamar a Nuestra Madre, la Santísima Virgen de los Desamparados, Patrona principal de toda la Región Valenciana. A Nos lo acaban de comunicar telegráficamente desde la Sagrada Congregación de Ritos.

Al dar las gracias a Dios que nos ha querido conceder un motivo más para honrar a la ‘Mareta dels nostres amors’, las damos también de todo corazón al augusto pontífice que ha visto, con detención y con amor el expediente que presentaron, con nuestro aplauso, los presidentes de las tres diputaciones provinciales y los alcaldes de Castellón, Alicante y Valencia…”.

Júbilo y volteo de campanas
El júbilo fue inmediato y el sábado 29 de abril, a las siete de la tarde, hubo volteo general de todas las campanas en las tres diócesis.

El propio Cicognani sería el encargado de leer el breve pontificio ya en la capital valenciana el 13 de mayo de 1961 en una multitudinaria proclamación de la Virgen como patrona regional, ante la imagen original, en la misma explanada del Puente del Real, donde había sido coronada en 1923.