Son jóvenes insatisfechos que han decidido dar un paso adelante o como diría el papa Francisco, han decidido hacer lío. Con la necesidad de contar a los jóvenes, con en el lenguaje y los medios de hoy, lo que Dios ha hecho en sus vidas han lanzado ‘AUTE’, una herramienta de evangelización de jóvenes para jóvenes.

Los jóvenes que forman ‘AUTE’ en uno de sus encuentros. El cuarto chico por la izquierda, Quique Mira, iniciador de este proyecto, y el tercer chico por la derecha, Pablo Benavent.

❐ CARLOS ALBIACH | 07.07.2022
“Queremos que todo el mundo se vea atraído hacia Cristo”. Decir esto hoy en medio del mundo no está nada de moda y menos cuando quienes lo dicen son jóvenes. Sin embargo, hoy en pleno siglo XXI sigue habiendo jóvenes fascinados por Cristo y que quieren vivir su fe en la Iglesia, el lugar perfecto para cuidar esta relación. Así se podía definir sin ninguna duda al equipo de jóvenes, muchos de ellos valencianos, que han lanzado ‘AUTE’, un instrumento de evangelización para llegar al joven de hoy con el lenguaje de hoy.

‘AUTE’, que viene de auténtico, utiliza fundamentalmente un perfil de Instagram para lanzar sus mensajes. Así, en un mundo en el que los jóvenes siguen a los ‘influencers’ de moda surgen cada vez más iniciativas de jóvenes cristianos que quieren poner luz y proponer una vida mejor, una vida que en palabras de uno de los integrantes de AUTE, el valenciano Pablo Benavent, “mola un huevo”. Para ellos ser católico es lo más importante, puesto que como apunta el alma mater de este proyecto, Quique Mira, “es una vida totalmente plena”. Además de utilizar el perfil de Instagram, donde cuelgan vídeos y diversos mensajes, también han lanzado una página web y pronto llegará su propia marca de ropa, entre otras iniciativas.

Este proyecto nació de la mano de Quique Mira, un joven de 25 años de Barcelona que vive actualmente en Valencia, de donde es su novia. Tras una conversión decidió lanzar su perfil personal con un deseo de ser auténtico. En un principio su intención no era hablar de Dios ni nada parecido pero poco a poco vio que era necesario: “Me preguntaba qué tenía en el corazón y sentía que tenía que evangelizar, pero todo sin planearlo”, explica. Poco a poco su cuenta fue creciendo y a día de hoy tiene más de 20.000 seguidores. Tras un encuentro en Chicago para jóvenes para la nueva evangelización sintió la necesidad de hacer “un proyecto de jóvenes para jóvenes”.

Sin saber muy bien qué proyecto quería y en vez de apoyarse en gente de su entorno lanzó varias llamadas por Instagram en la que pedía jóvenes que quisieran unirse a este proyecto. A esta llamada respondieron varios jóvenes y se fue creando un equipo que lo llevase a cabo. Uno de ellos fue Pablo Benavent: “no me ajustaba a ningún perfil de los que pedía Quique, sin embargo le dije que yo también tenía en el corazón la llamada de hablar de Cristo”.

En este primer año de proyecto han ido afianzando un equipo de 14 personas, de diferentes partes de España e incluso de fuera, y ya han empezado a gestar el proyecto. A través del perfil de Instagram, entre otras vías, lanzan vídeos con testimonios. También han hecho una serie de vídeos bajo el título ‘La Parada’, en los que reflexionan de temas del día a día de los jóvenes como puede ser la fiesta o el estudio. A través de su página web también han lanzado varias secciones, las primeras de otras que llegarán próximamente, en las que por ejemplo puedes compartir intenciones de oración o en ‘Palabritas’ descubrir una cita bíblica para ti. Como son imparables también quieren organizar algunos actos para hacer presente a Jesucristo en la calle.

La misión de AUTE, como explica Quique, “es lanzar la bomba de Jesucristo y que nazca el deseo en el joven de conocerlo más”. Para ello dividen su trabajo en tres aspectos: Kerygma, Acompañamiento y Discipulado. En ‘Kerygma’, se lanza un primer impacto en el que se transmite “que Dios te ama, que da sentido a tu sufrimiento y que no te deja solo”. Después de ello, si alguien lo desea, le pueden acompañar para que encuentre su camino en la Iglesia y pueda ser así discípulo. “AUTE no es un movimiento ni quiere serlo, solo es un instrumento para dar a conocer a Dios”, destaca Quique. “Somos conscientes que un vídeo o un mensaje no cambia la vida del joven, pero puede ser el primer paso. Lo que cambia es el seguimiento de Jesucristo dentro de la Iglesia, a través de las muchas realidades que hay”, añade.

La labor de ‘AUTE’ ya está viendo los primeros frutos y ya les llegan mensajes que gracias a algunos de lo vídeos han hecho que se acerquen a la Iglesia o que les haya dado valentía para decir que es cristiano a sus amigos e incluso compartirlo en las redes.

“Ser cristiano es la vida, lo otro es sobrevivir”

Los jóvenes de AUTE tienen claro lo que quieren contar. “Queremos ser un instrumento para decirle tío a mi me ha salvado Jesucristo y a ti también te puede salvar”, explica Quique. De hecho, él nació en una familia que no le inculcaron la fe y a los 19 años una mirada de un sacerdote le cambió: “No fue una charla ni nada, solo una mirada, una mirada que se veía que había algo detrás, que no era suyo, un misterio, algo muy gordo y me despertó hacia ese horizonte que es Cristo”. Él, que como el mismo relata, “había buscado experimentar todo en el mundo, sobre todo en la noche, en la fiesta, las chicas, el desenfreno…” Tras esta experiencia se fue despertando en él “la necesidad de rezar, de conocer más la Iglesia, de ir a misa”. “Cada día necesito convertirme, ya que la vida es una lucha contra el mal, y tengo que decir que encontrar a Cristo ha ordenado mi criterio sobre la vida, el amor, sobre todo”, comenta.

“Jesucristo es el producto más tocho de la historia de la humanidad pero tiene el peor márketing de todos”, señala Quique. Explica que los jóvenes reciben muchos mensajes de marcas que “ofrecen una vida lejos de Cristo” y muchos ‘influencers’ “muestran una vida de mentira que no llena’. Frente a esto AUTE, puntualiza, “busca romper con todo y proponer a Cristo”.

¿Qué propone Cristo? “Nosotros hemos encontrado al que rompe con esta vida vacía, que te dice que tú no tienes que llegar a esto, sino que eres amado, abrazado, que te ha pensado y que te quiere. Cristo no quita el sufrimiento, pero se vive de otra forma distinta. Con Cristo se puede vivir una soledad abrazada, una frustración abrazada y lo cambia todo. Ese sufrimiento no abrazado hace mucho daño, pero con Cristo te hace crecer”, responde Quique.

Pablo tampoco duda en decir que ser cristiano “es la verdadera vida, lo otro es sobrevivir”. “Dios nos quiere felices y quiere que vivamos una vida auténtica”, señala.

Para llegar a los jóvenes, sostiene Quique, “no hace falta modificar la Palabra de Dios ni lo que dice la Iglesia o relativizar las cosas sino que proponemos un seguimiento con Cristo pero de forma atractiva”.