La psicóloga de la asociación Lloc de Vida atiende a una de las mujeres en el nuevo proyecto. FOTO: A.SÁIZ

La pobreza y la exclusión social se dibujan muchas veces con rostro de mujer. Es algo que las entidades sociocaritativas que trabajan en la diócesis de Valencia venian denunciando desde hace años. Pero ahora la pandemia -y con ella la crisis económica- ha profundizado esta brecha de género, que ha golpeado con más dureza a las mujeres migrantes. Lo constata Cáritas Valencia en las acogidas de las parroquias, donde cada día atienden a muchas más mujeres que hombres. Y lo refrenda el Informe Foessa, presentado hace tan solo unas semanas, que refleja que la brecha de género se ha multiplicado por tres desde 2018. Por ello las entidades sociales se han puesto manos a la obra. Un ejemplo es Lloc de Vida, en Burjassot, donde Cáritas, Provincia Vedruna y la Consellería de Igualdad se han unido para ayudarlas a ellas: mujeres y migrantes.

❐ EVA ALCAYDE | 03.03.2022
Ser mujer continúa siendo en 2022 un factor de riesgo para padecer la desigualdad y la exclusión social. Ser de nacionalidad extranjera, también. Y aunar estas dos condiciones, es decir, ser mujer y migrante, equivale muchas veces a tener que pedir ayuda para seguir a flote.

Según los datos del último Informe Foessa Comunitat Valenciana, presentado hace tan solo unas semanas, la brecha de género se ha multiplicado por tres desde 2018 y afecta ya al 27,5% de los hogares en los que la persona sustentadora principal es una mujer. Esto ocurre frente al 18% donde esa figura la desempeña un hombre.

En cuanto a la nacionalidad, Foessa señala que casi la mitad de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de exclusión. Esto es casi tres veces más que en los hogares encabezados por alguien de nacionalidad española.

Según los datos del informe de Cáritas Valencia, la actual crisis provocada por la pandemia ha golpeado con más dureza a las mujeres migrantes. Y eso ha hecho saltar todas las señales de alerta en las entidades que trabajan en la atención social con este colectivo, que ya se han puesto manos a la obra.

Nuevo programa para mujeres
Un ejemplo es la asociación Lloc de Vida, de Burjassot, que acaba de lanzar su Programa Mujer, orientado al fortalecimiento de las competencias personales y laborales de las mujeres migrantes que acoge.

El proyecto tiene su origen en la asociación Buscando Alternativas que nació en 2004, en el barrio de Canterería de Burjassot, para atender a “personas inmigrantes, hombres o mujeres, con o sin papeles”, precisa Gustavo Fernández, responsable del proyecto, que cuenta con la colaboración de la Cáritas parroquial de la Natividad de Burjassot.

En la ‘Acogida’ se produce “un encuentro humano privilegiado” -explica- donde los voluntarios hacen un diagnóstico laboral, social y psicológico de las mujeres que acuden en busca de ayuda para valorar sus necesidades de forma personalizada.

“Aquí les explicamos los distintos servicios propios ofrecidos: asesoría legal en extranjería, derecho laboral, derecho de familia y menores, orientación para su incorporación al mercado laboral español, formación para su crecimiento personal y mejora de la empleabilidad”, añade Gustavo Fernández.

Dependiendo de cada caso, se le orienta sobre otros servicios, gestionados por la Administración o por otras entidades como el Servicio Jesuita Migrante o Cáritas Diocesana de Valencia.

El segundo pilar en el que trabaja esta asociación es la ‘Formación’, que “es un vehículo fundamental para el desarrollo personas y para mejorar las oportunidades, las habilidades sociales y las competencias laborales de las mujeres”, señala Fernández, que destaca que la entidad ofrece cursos de castellano y valenciano, cuidado para personas mayores y clases de informática a nivel usuario para principiantes.

“Intentamos ofrecerles todas las herramientas posibles para que puedan desempeñar un trabajo con solvencia. Desde cómo funciona una casa española, a cocina con microondas, economía doméstica o comunicación asertiva”, apunta el voluntario.

La asociación cuenta también con un área de Inserción Laboral que se encarga de orientar personalmente a las personas usuarias sobre de la normativa laboral vigente. Además se gestiona una bolsa de empleo, focalizada principalmente en el empleo doméstico y en la atención y cuidado de personas mayores, realizando una trabajo de intermediación gratuita entre ofertantes y demandantes de empleo.

“También estamos muy pendientes de las condiciones que se están proponiendo, y cuidando mucho la dignidad del trabajo, intentando que los empleadores no se aprovechen de la debilidad de los inmigrantes”, destaca.

Apoyo psicológico para la mujer
Conscientes de la realidad actual, la asociación Lloc de Vida, de Burjassot ha puesto en marcha un programa específico para la atención de la mujer migrante, que cuenta con el apoyo directo de Cáritas Diocesana de Valencia, Provincia Vedruna Europa, Ayuntamiento de Burjassot y la Vicepresidencia y Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana.

El programa comienza con un diagnóstico inicial y real de las necesidades de cada una de las mujeres participantes y la creación de itinerarios individualizados que potencien sus capacidades, con el objetivo de lograr una adecuada y digna inserción socio laboral en España.

“Muchas de estas mujeres llevan mochilas muy pesadas a sus espaldas que les impide transitar con normalidad. Han interrumpido sus proyectos vitales al dejar atrás sus países y a sus familias, y necesitan tanto regular su situación administrativa como reparar su plano emocional, o aprender castellano”, explica Gustavo Fernández.

Aunque el proyecto tiene previsto ayudar de forma personal a unas 60 mujeres, acaba de iniciar su andadura esta misma semana con un grupo inicial de 12 chicas que proceden de diversos países como Marruecos, Honduras o Costa de Marfil.

Entre ellas hay chicas que no hablan castellano con soltura, y que no pueden avanzar en su integración porque el idioma supone una gran barrera, otras que emocionalmente están destrozadas y necesitan apoyo psicológico para levantar el vuelo y hay algunas que ya llevan varios años en España, e incluso ya tienen sus papeles en regla, pero necesitan un trabajo más estable y mejorar su vida.

A todas ellas el programa mujer de LLoc de vida les brindará una oportunidad para que ser mujer y vivir en exclusión sean realidades que no tengan nada que ver.