En plena comarca de la Marina Alta se encuentra la localidad de Teulada. Solo con pasear por sus calles se descubren en algunas de las fachadas de las casas imágenes de san Vicente. De hecho, hay más de cincuenta referencias en todo el municipio al que también es su patrón. San Vicente Ferrer llegó a esta localidad en el verano de 1401 para visitar a su hermana, Constança Ferrer, que residía allí. En la actualidad los vecinos mantienen una gran devoción al santo dominico.

Ermita de San Vicente en Teulada. FOTO: A.SAIZ

❐ CARLOS ALBIACH | 13.04.2023
La ruta vicentina por esta localidad comienza en la parroquia Santa Catalina mártir, donde se venera la imagen de san Vicente Ferrer. En la sacristía también se encuentra la imagen de ‘sant Vicentet’, una pequeña imagen del santo, que llevan en procesión los niños en enero en la fiesta de los niños. Esta imagen también visitó durante casi dos años las casas delmunicipio, así como de localidades cercanas, con motivo del 600 aniversario de su estancia en Teulada. Este año, por el Año Santo, se repetirá la misma experiencia. En este recorrido la primera y la última casa que visite serán en las que se salvaguardó la imagen durante la Guerra Civil.

A unos metros de la parroquia también encontramos, y en un entorno que se ha declarado Bien de Interés Cultural, el lugar donde se encontraba la casa de la hermana de San Vicente, Costança Ferrer. La calle, además está dedicada a la hermana.
En una de las entradas al municipio se localiza la ermita de San Vicente Ferrer, en cuyo altar mayor se venera una imagen pintada sobre madera de finales del siglo XVI, que está atribuida a Gaspar Requena, de la escuela de Juan de Juanes. Asimismo, se encuentra expuesto parte del pavimento de una casa de Valencia, en la calle del Micalet, donde se alojó durante la Cuaresma de 1412. Este año, además, se conmemora el 225 aniversario de la construcción de la ermita. En frente del panel cerámico que hay en una de sus fachadas se realiza todos los años la ofrenda floral al santo.

Justo al lado de esta ermita podemos ver la que es conocida como la ‘la roca de l‘adéu’, construida donde la tradición cuenta que san Vicente dirigió sus últimas palabras a los vecinos. En el casalicio construido en ese mismo lugar un panel cerámico recuerda esta escena. Allí se prepara una ‘Glorieta de los pueblos vicentinos’, donde se recordará a todas las localidades vinculadas al santo dominico.

Ya fuera de la población la ‘creueta de l’Ave Maria’ rememora el lugar desde el que san Vicente bendijo el término de Teulada para que lo protegiera de cualquier mal. Gracias a esta protección, y como recoge la devoción, el pueblo se ha protegido de la epidemia de la peste.

La Font Santa donde el santo dominico realizó uno de sus milagros. FOTO: A.SAIZ

Uno de los sitios más importantes en la devoción a san Vicente es la Font Santa, donde realizó su milagro más conocido. También obró un milagro, recordado por un panel cerámico, en la calle del Pouet de Sant Vicent, donde se recuerda el milagro de los guisantes. Según la tradición Constança robó unos guisantes de un huerto y se los cocinó a su hermano.La mujer se los sirvió y el santo los apartó.

La devoción a san Vicente queda reflejada en las fiestas que en su honor se celebran en abril. Lo hacen con diferentes actos como la multitudinaria romería a la ermita de la Font Santa. También el primer fin de semana de julio, cuando se celebran las fiestas de la Font Santa, y en enero, que lo recuerdan por el día de su nacimiento, el día de san Vicente mártir, fecha en la que los niños son los grandes protagonistas.

LA CASA DE SU HERMANA

En el actual edificio un azulejo recuerda que desde la ventana de la casa san Vicente predicó a los vecinos de Teulada. También unos versos de Vicent Andrés Estellés en los que recuerda el paso de san Vicente por el municipio. En este lugar se inauguró en el año 2018 el Centre d’ Estudis Vicentins. Se trata de una biblioteca con bibliografía del santo y una sala de exposiciones que incluye cerca de 300 piezas iconográficas de san Vicente donadas por el presidente de la Asociación del sexto centenario, Vicente Vallés, entre otras piezas.