L.B. | 2-02-2018
Rocío profesó sus votos temporales en Valencia.
‘La vida Consagrada, encuentro con el Amor de Dios’ es el lema de la Jornada de la Vida Consagrada que la Iglesia celebra el 2 de febrero. Hoy ofrecemos el testimonio de dos religiosas. Una acaba de profesar sus primeros votos y es de vida activa; y otra, de clausura, recientemente celebró el 70 aniversario de su consagración. Asimismo, el 2 de febrero el Cardenal Cañizares preside una misa en la Catedral el viernes 2, a las 19h.
“Mi vida ahora es completa, eso que me faltaba y que siempre buscaba, lo he encontrado aquí”
“Mi vida es ahora completa, eso que me faltaba y que siempre iba buscando, lo he encontrado aquí”. Y es que hace poco más de un mes, el 16 de diciembre, Rocío Armán de San José profesó sus primeros votos temporales como religiosa de la congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña, en Valencia.
Sevillana, de 38 años, Rocío reconoce que, antes de sentir vocación, su vida era como la de cualquier joven. Vivía con sus padres, Jesús y Amparo, y sus cuatro hermanos. Y, además de estudiar -es técnico superior en Educación Infantil-, en su tiempo de ocio le gustaba escuchar música, ir al cine, leer, coser andar… A esto añadía una intensa vida parroquial. Desde adolescente pertenecía a un grupo mariano llamado ‘Montañeros de Santa María’, “gracias al cual empezó mi caminar”, explica. Después en su parroquia, Nuestra Señora de Valme y beato Marcelo Spínola y en la Pastoral Juvenil de Sevilla fue afianzando y madurando su fe.
Pero en medio de tanta actividad, Rocío recuerda que “tenía la sensación de que algo le faltaba a mi vida”. Y aunque intuía su vocación religiosa desde la adolescencia, porque “ya me daba cuenta de cosas”, prefería, “no pensar mucho en ello, por miedo o por si era sólo imaginación”.
Providencialmente conoció a las Madres de Desamparados. Como estaba en paro, Rocío aprovechaba para recorrer su ciudad. Así llegó a la Escuela Infantil que las religiosas tienen en Sevilla. Les envió un currículum, le llamaron… y ahí empezó todo.
Trabajando con ellas fue cuando Rocío se dio cuenta de que el Señor le llamaba “y esta vez lo hacía bien fuerte”. “Yo siempre he tenido ese instinto de querer ser madre y mira por dónde lo soy de esta manera tan especial, como Madre de Desamparados”.
70 años de clausura: “Nunca he tenido ninguna duda del amor de Dios y no me ha defraudado”
La hermana Mª Jesús de San José cumplió 97 años el pasado 26 de enero. Tan solo unos días antes había celebrado el 70 aniversario de su profesión como Carmelita Descalza. Tras toda una vida consagrada al Señor, es rotunda al manifestar que “nunca he tenido ninguna duda del amor de Dios. Cuando ha venido alguna dificultad lo he dejado todo en sus manos y no me ha defraudado. No puedo contar más que bien”.
La hermana Mª Jesús de San José vive en la actualidad en el monasterio de Villar del Arzobispo. Consciente de que “estamos en un tiempo difícil para darse al Señor”, anima a los jóvenes a que “piensen más en Él y, por lo menos le escuchen”. Porque ella tiene claro que “mejor que esto, no hay nada”. y por eso les alienta: “¡Adelante, que aquí se está muy bien! Esta vida centrada en Dios es muy entrañable, te da una alegría que no hay quien te la quite”. Y con cierto pesar añade: “Si las jóvenes supieran la paz y la alegría de vivir entregada a Dios y a la oración… , pero a lo mejor no lo hemos sabido transmitir”.
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