L.A. | 7-06-2017
Finalmente será la Catedral de Valencia, por razones de espacio, la que acogerá este sábado, 10 de junio, a las 17 horas, la misa de acción de gracias por la llegada a la diócesis de Valencia de las jóvenes religiosas contemplativas de Iesu Communio.
Aunque en un principio estaba prevista la iglesia del Seminario de Moncada, también de gran capacidad, e incluso la disposición de más de mil sillas al aire libre a su exterior -porque se prevé la participación de más de dos mil personas-, finalmente se ha optado por la Catedral, que habilitará más de 1.500 sillas de madera, aparte de los bancos en los que caben 700 personas.
Como adelantó PARAULA, desde Burgos, la diócesis donde tiene su sede Iessu Communio en el monasterio de La Aguilera, se desplazará toda la comunidad de religiosas, más de 200, en cuatro autocares que partirán a las 5 de la madrugada.
Además, llegarán acompañadas de varios autobuses más con los padres y otros familiares de las religiosas, en su mayoría desde Madrid. Calculan que más de 200 familiares les acompañarán
Las religiosas irán primero a Godella, al antiguo monasterio de las Salesas, que será la futura “casa” de las 50 que formarán la comunidad de Valencia. Allí, el sábado abrirán sus puertas a las 12 del mediodía a todos aquellos que deseen conocerlo.
Tras ello a las 13.30 horas, ya a solas, comerán un simple bocadillo que traerán consigo. Habitualmente la comida en comunidad se produce en silencio, mientras escuchan una lectura espiritual y luego llega el recreo la conversación.
Finalmente, minutos antes de las 17 horas las 200 religiosas llegarán a la Catedral de Valencia para la misa de acción de gracias en la que concelebrarán con el cardenal Antonio Cañizares cerca de un centenar de sacerdotes. Habrá otros muchos, sobre todo de Madrid, que no podrán acudir ya que para ese día está prevista la celebración de ordenaciones sacerdotales en la archidiócesis madrileña.
Entre los obispos concelebrantes no faltará el arzobispo emérito de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín “que ha sido un padre para nosotras”, según indican a PARAULA fuentes de la congregación, porque ha sido testigo privilegiado como pocos de la fundación de Iesu Communio durante el tiempo en que estuvo al frente de esas diócesis.
En la celebración, los cantos correrán. a cargo de las propias religiosas. Los han estado ensayando desde hace días y preparan un canto sorpresa para el final de la celebración.
Después de la misa, a la que también han invitado a la alcaldesa de Godella, retornarán a La Aguilera, en Burgos. Allí esperarán a que concluyan las obras en el monasterio de Godella para regresar entonces las 50 religiosas, ninguna de ellas novicia, todas profesas, que se establecerán en él.
Será el final de una jornada agotadora, ida y vuelta en autobús, más de 1.000 kms., en apenas 20 horas pero que para ellas no es nuevo. Será la segunda vez que salga toda la comunidad de religiosas. La primera, en 2013 cuando Benedicto XVI convocó a las jóvenes consagradas a un encuentro en Roma que finalmente realizaron con Francisco ya papa. Y también en autobús.